NOCHE TOLEDANA
Este mes de septiembre es ya de los últimos en los que podemos apreciar la Vía Láctea en todo su esplendor, ya que el centro galáctico cada vez asoma menos por el horizonte; recordemos que los mejores meses para visualizarlo comprende el periodo existente entre los meses de marzo/abril a sept/octubre.
Esta vez, y tras intentos fallidos de sacar grandes antenas/radiotelescopios en las estaciones de seguimiento espaciales (Robledo, Fresnedillas, Cebreros, Villafranca y Buitrago) – esto lo comentaré en otro post -, porque me ha pasado de todo, hasta he sido invitado por la guardia civil abandonar la vía pecuaria anexa…decidí no arriesgar y asegurar en lo que considero que será mi última sesión de VLs en 2015 (salvo que me cambie de hemisferio), así que estuve buscando una localización interesante y di con el castillo de San Martín de Montalbán en Toledo.
Los preparativos
Hice una visita previa de día para reconocer el terreno y ver las posibilidades de posibles encuadres, etc. Luego consulté la contaminación lumínica y también me indicaba que era un lugar bueno con poca CL. Así que lo siguiente que hice fue ver posibles planificaciones con la APP Photopills, ya que había un arco interesante donde quería encuadrar la VL, y todo encajaba bien. Así que sólo me faltaba conjurarme con la AEMET para que el finde de máxima visibilidad de la VL no dieran nubes.
Noche Toledana
El finde del 11-12 sept el tiempo amenazaba con nubes, pero gracias a mis ruegos y súplicas las nubes me dieron un respiro sólo para la noche del viernes y hasta la 1 AM, dado que a partir de ese momento un manto de nubes empezaría a cubrir los cielos. Era suficiente para disfrutar del momento.
Estuvimos desde las 21:30 hasta las 00:30 sacando fotos y disfrutando de la noche toledana entre los sonidos de las rapaces nocturnas (búhos, lechuzas, digo yo…) – hasta vimos una en el camino de vuelta que nos dedicó un vuelo precioso -, los conejos que saltaban cuando nos aproximábamos y el sonido de las hierbas meciéndose por la fuerza del aire que se había levantado.
Aprovechando la poca luz del ocaso nos subimos a lo alto de la torre del homenaje, que aunque tiene escaleras y no es complicado el ascenso, de noche conviene extremar las precauciones. Teníamos unos 30 minutos que aproveché a componerla junto a una de las «ventanas»; teníamos que apresurarnos porque nos esperaba la VL asomando por el Arco de la otra puerta, donde hicimos la segunda parada.
La última hora la dedicamos a una panorámica del escenario, que tantas batallas y asedios ha sido testigo y que sigue perenne contemplando el devenir de los días.
Nota: las fotos han sido reveladas con Lightroom.
Un poco de historia (fuente Wikipedia)
Este castillo es una de las fortalezas más antiguas situadas en la orilla izquierda del río Tajo, erigido durante la Reconquista como punto de defensa de dicho margen del río, reformando y ampliando en gran medida el castillo árabe que allí existía, y que tal vez fuera abandonado tras la reconquista de Toledo.
En el año 1209 se cita la villa de Montalbán como cedida al caballero Alfonso Téllez, pero el edificio debió ser construido por los Templarios, cedido por Alfonso VII pocos años después, haciendo de él y de sus dehesas circundantes la más importante encomienda de su Orden en Castilla.
En 1308 volvió a manos de la Corona, siendo donado por Alfonso XI al caballero Alfonso Fernández Coronel. Tras una disputa con Pedro I el Cruel, el edificio fue reformado y se le añadieron nuevas defensas. Tras la ejecución de Fernández Coronel, el castillo fue cedido a doña Beatriz, hija ilegítima de Pedro I.
Juan II quedó sitiado en el castillo por las tropas del infante don Enrique, que más tarde sería rey, en diciembre del año 1420. Tras un sitio de dos meses, las tropas del infante don Enrique levantaron el sitio y se marcharon; esto fue en parte gracias al apoyo prestado por la comunidad de Villa Real, que mandó al castillo unos mil quinientos hombres armados de su milicia en ayuda del rey. Como premio por el valioso servicio, el rey Juan II concedió a Villa Real el título de Ciudad Muy Noble y Muy Leal; desde entonces, Villa Real cambió su nombre a Ciudad Real.
Bajo el reinado de Enrique IV el castillo fue adquirido por su valido, Juan Pacheco, y desde él viene transmitiéndose a sus sucesores (hoy los duques de Osuna).
Descripción y características
El castillo de Montalbán es el más robusto, extenso y fuerte de todos los castillos de la provincia de Toledo, quizá más que el castillo de Escalona, motivo por el cual es probable que no existan noticias de que fuera atacado en ninguna batalla. En su interior se conservan restos de la fortaleza musulmana anterior, que era de planta cuadrangular y mucho más pequeña, y que fue abandonada con la caída de Toledo.
El castillo ocupa un lugar sumamente fuerte, cortado al norte y noroeste por el profundo tajo del río Torcón, de cien metros de profundidad, y con dos torrenteras al este y al oeste que lo defienden por los otros dos lados, quedando un espacio de más de 15 000 m2 bordeado por murallas almenadas, con torres cuadrangulares provistas de garitas en alguno de sus ángulos.
Estado de conservación
El castillo de Montalbán se encuentra en estado de ruina progresiva, pertenece al Ducado de Osuna y dispone de la posibilidad de realizar visitas guiadas.